28 de marzo de 2024

Cierran por pandemia los estudios Abbey Road

Por primera vez en 89 años, las puertas de madera de Abbey Road en Reino Unido cerraron. Desde su apertura en 1931, los estudios de grabación londinense han sido el corazón de la música inglesa. Permanecieron abiertos durante la Segunda Guerra Mundial y fue ahí donde Glenn Miller hizo sus últimas grabaciones, en 1944. Los Beatles los hicieron famosos en los años 60; después, Sting, Blur, Radiohead y Amy Winehouse grabaron en ellos.

Cerramos nuestras puertas, en apego a las estrictas medidas impuestas por el gobierno de Reino Unido para limitar la propagación del Covid-19, se lee en un mensaje en la página de Internet de los estudios. Por lo menos tres semanas permanecerán cerrados; los servicios en línea de mezcla y masterización tampoco están disponibles.

El cierre de los estudios Abbey Road es sólo un ejemplo de la interrupción, casi total, de la industria musical en ese país. El jefe ejecutivo de la Industria Fonográfica Británica (BPI, por sus siglas en inglés), Geoff Taylor, dijo que después de Estados Unidos, la británica es la más exitosa industria exportadora de música. En 2019 reportó un aumento de 7.3 por cierto de ingresos, el cuarto año de crecimiento consecutivo.

Sin embargo, 2020 será diferente. Los más profundos efectos del virus en la industria musical han sido las cancelaciones de todos los espectáculos en vivo y las sesiones de grabación, dijo Taylor, esto pone en riesgo los medios de vida de miles de músicos y otros trabajadores independientes, en las industrias creativas más ampliamente. Estamos muy preocupados por el impacto en los artistas locales e independientes en el negocio.

De acuerdo con UK Music, organización que representa a toda la industria musical en Reino Unido, cerca de 72 por ciento de los que trabajan en ese renglón son autoempleados.

Otra fuerte preocupación son los negocios de música física. Con las tiendas grandes e independientes cerradas y los distribuidores en línea como Amazon (que se estima vende alrededor de la mitad de los productos musicales en Reino Unido), las ventas han caído estrepitosamente; a pesar de ello, el formato físico sigue siendo importante para el negocio, pues generó 325 millones de libras el año pasado, y para los consumidores que aman construir una colección física y disfrutar de la experiencia comunitaria de ir a una tienda de discos, dijo la BPI.

Por ello han surgido diversas campañas; por ejemplo, #loverecordstores alienta a las compañías y músicos de alto perfil a pedir ayuda para las tiendas independientes de todo el mundo. Se les solicita hacer un video corto hablando, por ejemplo, de lo que los locales de discos independientes significan para ellos, dónde están sus tiendas favoritas, de qué álbumes o músicos han conocido gracias a esos sitios y, sobre todo, que sigan comprando en línea en sus tiendas favoritas, si es posible.

El año pasado, 75 por ciento de la música en Reino Unido fue consumida por streaming. Geoff Taylor explicó que en 2019 el crecimiento de esa industria estuvo estrechamente ligado al “continuo incremento del streaming, que aumentó 21.8 por ciento, es decir, 629 millones de libras. Ese es el nivel más alto de ingreso comercial anual en más de una década desde 2006”.

Aunque los expertos predecían un incremento en la demanda de música solicitada, Taylor dijo que hasta ahora, parece que el aumento de consumo en casa es más bien de televisión y radio. Cualquier incremento está siendo contrabalanceado por la falta de escucha de música durante los traslados diarios.

Debido al cierre de estudios y la cancelación de grabaciones de videoclips, muchos artistas han decidido retrasar sus estrenos para el final el verano o el principio del otoño. Otros, como Dua Lipa y Pearl Jam, lograron sacar sus canciones como estaban programadas.

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