Los restos de 11 bebés fueron retirados de una funeraria cerrada en la ciudad estadounidense de Detroit después de que una denuncia anónima condujera a las autoridades al macabro hallazgo este viernes, informan los medios locales.
Los cadáveres fueron descubiertos por investigadores del Departamento de Licencias y Asuntos Regulatorios (LARA) de Michigan en la funeraria Cantrell. Se encontraban en un falso techo entre el primer y el segundo piso del edificio, que había dejado de funcionar como depósito de cadáveres en abril.
De acuerdo con el portavoz de la Policía de Detroit, Brian Bowser, aparentemente, algunos de los bebés habían nacido muertos. Los restos, en estado de descomposición, fueron llevados a la oficina del médico forense para determinar su identidad y la causa de la muerte.
Los inspectores que investigaron el caso quedaron impactados por las terribles condiciones en las que se habían almacenado los cuerpos. Según Bowser, nueve de los cadáveres estaban en unacaja de cartón y otros dos envueltos en bolsas de basura en un pequeño cofre.
Todavía no está claro por qué los restos, algunos de los cuales aparentemente se encontraban en el nicho entre los dos pisos desde el año 2009, no fueron enterrados. También se desconoce si la dirección de la funeraria está relacionada con el caso. La Policía espera interrogar al expropietario del negocio, Raymond Cantrell.
No hay dinero, no hay funeral
El antiguo depósito de cadáveres actualmente está en proceso de convertirse en un centro comunitario. Incluso antes del horrible descubrimiento, la funeraria figuraba en la lista negra de las autoridades. Fue cerrada en abril y se le retiró la licencia después de que los inspectores detectaran múltiples infracciones, como el manejo inadecuado de cuerpos en descomposición, tanto de adultos como de bebés.
De acuerdo con un informe policial, el propietario a menudo demoraba los funerales hasta recibir el pago completo por sus servicios. En una ocasión dos cuerpos embalsamados fueron almacenados en el garaje, que carecía de refrigeración, y Cantrell aseguró a los inspectores que los cadáveres se quedarían allí hasta que los familiares hubieran pagado el funeral. Uno de los cuerpos se encontraba en el garaje desde noviembre de 2017 y el otro desde diciembre de ese mismo año.
En otro caso, Cantrell incineró un cuerpo en lugar de enterrarlo, ya que los familiares del fallecido no tenían suficiente dinero para pagarle.
Vía RT