A los cuatro años, Mari Paz Bureo (Badajoz, 1981) sufrió un golpe en la cabeza al caer por el hueco de una escalera. El golpe le provocó un traumatismo craneoencefálico que se tradujo en un 53% de discapacidad por lesión neurológica. Como ella, aunque por diversas causas, más de 600.000 personas en España padecen un ictus, según datos del Atlas Nacional del Ictus (2019). Una enfermedad que impacta en la funcionalidad y en la calidad de vida de personas como Bureo. “Me ocasionó secuelas que me han obligado a esforzarme para ser como los demás”, cuenta la emprendedora extremeña.
La fisioterapia fue un elemento esencial para la recuperación de la joven, y su aliada vital y profesional. Ella misma se diplomó en Terapia Ocupacional y en Fisioterapia. En 2011 fundó Fisioasistencia, una clínica de fisioterapia ubicada en Badajoz. Fue el primer emprendimiento de la extremeña. El centro cuenta, dice, con más de 4.000 pacientes y ha sido una fuente esencial de aprendizaje para Bureo. “Después de tres años de trabajo en Fisioasistencia, me di cuenta de algunas limitaciones de la terapia tradicional. Es un abordaje pasivo en el que el fisioterapeuta moviliza al paciente, por lo que la recuperación es muy lenta y tiene una alta tasa de abandono”, explica.
En su afán por encontrar una vía de acelerar el proceso rehabilitador e involucrar a los pacientes de forma activa desarrolló una metodología que sería la base de su nuevo centro. Así nació en 2014 Neurofit, un centro para la neurorrehabilitación y la recuperación de la movilidad ubicado también en Badajoz. Un sueño hecho realidad para Bureo: la forma de materializar su método, basado en su experiencia como paciente y como terapeuta, para ayudar a otros pacientes.
Terapia personalizada
“El método se basa en la progresividad, el juego terapéutico y la eliminación de barreras”, comenta. Para lograr la confluencia de estos tres factores se ha valido de diferentes tecnologías que, combinadas unas con otras, “estimulan para que el movimiento se vaya normalizando de forma personalizada”, asegura. Se trata de que, por sí mismos, puedan recuperar la movilidad y reeducar el equilibrio.
Entre las tecnologías que usan en Neurofit se encuentran máquinas de aire comprimido para un aumento progresivo de la resistencia, un soporte avanzado que permite sostenerse y caminar con las manos libres y sin caerse, tecnología antigravitatoria “patentada por la NASA”, realidad virtual o unas escaleras dinámicas que adaptan su altura a las necesidades del paciente.
“Neurofit se diferencia de las clínicas convencionales en que está diseñado como un gimnasio. Esto motiva al paciente, que colabora y no abandona”, asegura la emprendedora. Personas con un ictus, párkinson, esclerosis múltiple o cualquier tipo de problema de equilibrio son sus pacientes más comunes. Aunque su especialidad es la rehabilitación motora, también trabajan con un enfoque cognitivo.
Hasta el momento, en Neurofit han tratado a alrededor de 200 personas y ya preparan la apertura de un centro en Madrid gracias a los 235.000 euros recaudados a través de la plataforma de equity crowdfunding La Bolsa Social en un tiempo récord. A futuro, Bureo planea licenciar su método y con ello ampliar su red de centros en todo el Estado.