En la ciudad rusa de Novomoskovsk, las fuerzas de seguridad interceptaron a un gato que llevaba consigo drogas destinadas a los reos de una prisión, comunica el Ministerio del Interior ruso.
El gato llevaba puesto un collar con un escondrijo para transportar narcóticos en su interior. Allí se encontraron casi 6 gramos de hachís y 1,56 gramos de anfetamina.
El felino vivió dentro de la cárcel anteriormente, pero uno de los internos se lo llevó consigo cuando salió en libertad.
En un operativo llevado a cabo la noche del miércoles, las fuerzas de seguridad detuvieron a las dos personas que se encontraban detrás de esta trama. Además se les decomisaron, entre otras cosas, 10 gramos de anfetamina y 20 de ‘spice’. Entretanto, el gato fue entregado a un criadero de animales.