El estrés por aislamiento motivado por el confinamiento tras la pandemia del Covid-19 tiene efectos psicológicos que pueden incidir en la actividad del sistema inmune y neuroendocrino, según una investigación del Equipo de Atención Psicosocial (EAPS) de la Orden Hospitalaria San Juan de Dios.
La doctora María Rosa Castellano, psico-oncóloga y directora del EAPS para la Atención Integral a Personas con Enfermedades Avanzadas de la Fundación la Caixa, ha explicado que durante el confinamiento «aparecen efectos psicológicos negativos más intensos» que pueden afectar a ambos sistemas.
Así, el estrés situacional «va a tener una incidencia diferencial en función de la personalidad previa, la edad y el nivel de educación, no afectando emocionalmente de la misma manera, ni en su estado de ánimo ni en el sistema inmune, y pudiéndose detectar los efectos psicológicos meses o incluso años más tarde».
La doctora ha apuntado que los estudios analizados «recogen las evidencias de 25 años de investigación probando la influencia del estrés (físico, psíquico y social) en el sistema inmune y el sistema neuroendocrino». Ambos «se ven alterados por el estrés situacional o crónico produciéndose diferencias bioquímicas».
El EAPS ha atendido a más de 15 mil personas en el marco del Programa para la Atención Integral a Personas con Enfermedades Avanzadas impulsado por Fundación la Caixa, a través de la gestión de la Fundación Jesús Abandonado.