La carrera mundial hacia el internet móvil superápido de quinta generación (5G) está entrando en una fase clave de desarrollo.
El problema es que nadie sabe realmente cuáles son las tecnologías que ayudarán a ofrecer mejor servicio. Pero ya hay empresas que proponen ideas revolucionarias.
Es el caso de la británica O2. En su sede de Slough (Inglaterra), la compañía de telecomunicaciones tiene una sala donde conectarse a internet de forma inalámbrica. Hasta aquí todo bastante usual.
La diferencia está en que la conexión no es a través de Wi-Fi sino de Li-Fi.
La tecnología de la luz
Li-Fi transmite datos a través de ondas de luz, en lugar de ondas de radio, con la ventaja de poder proporcionar una conexión de calidad allí donde la cobertura por ondas no es muy buena o estable, asegura la compañía.
Harald Burchardt de pureLiFi, la firma detrás de esta tecnología, dice que los focos situados en el techo de la habitación se han colocado de forma uniformemente espaciada para que las vigas en forma de cono se puedan conectar a un receptor de luz que a su vez está conectado a una tableta.
«Estamos usando la propia luz», me dice apuntando hacia las bombillas de arriba. «Estos focos parpadean miles de millones de veces por segundo, algo imperceptible para el ojo humano».
El Li-Fi puede ofrecer velocidades de datos de hasta 8 gigabytes por segundo (8Gbps), unas 400 veces más rápido que la velocidad de banda ancha que hay de media en países como el Reino Unido, por ejemplo.
La señal es además extremadamente sensible. Si caminas unos pasos fuera de la habitación, notarás enseguida que la intensidad disminuye. En el interior, sigue siendo fuerte.
Pero también este tipo de conexión puede ser la solución a un problema que presenta la tecnología 5G en sí misma. Las señales de radio de alta frecuencia y de onda corta de las conexiones de quinta generación tienen más dificultades para mantenerse en espacios cerrados, donde hay paredes y ventanas, que las conexiones 4G.
«El Li-Fi podría ser parte de una solución para la 5G. Ofrece una buena velocidad en la transmisión de datos también en el interior de edificios», asegura Brendan O’Reilly, director de tecnología de O2.
«No creo que veamos a O2 hacer bombillas, pero desde luego es parte de una solución a un problema de conectividad y el Li-Fi puede desempeñar un buen papel».
Llegar más lejos
El Li-Fi podría extender la conectividad móvil a aquellos espacios interiores que para la conexión 5G son difíciles de alcanzar. O las bombillas de li-fi podrían reemplazar a las luces de la calle en áreas urbanas bien iluminadas y proporcionar así conexiones de alta velocidad en espacios con mucha densidad de población.
El año pasado, Harald Haas, quien acuñó el término «Li-Fi», publicó un artículo en el que dijo que el invento podría ser determinante a la hora de desarrollar la conexión 5G.
También ofreció una lista de los usos potenciales que podrían dársele: conectar entre sí dispositivos de un mismo edificio, dar red a los automóviles sin conductor o incluso ofrecer la conexión inalámbrica más rápida que se haya visto nunca.
O’Reilly dice que también los hospitales podrían beneficiarse conectando sus aparatos a una misma red sin necesidad de cables u otros obstáculos como redes Wi-Fi poco fiables.
La profesora Dimitra Simeonidou, de la Universidad de Bristol (Inglaterra), dice que el Li-Fi podría ofrecer un servicio que hasta ahora es defectuoso para los pasajeros de tren cuando éste atraviesa túneles, por ejemplo.
«Cuando el tren atraviesa el túnel, hay muy poco espacio a su alrededor, por lo que las señales de radio se perturban», explica.
Falta desarrollo
Pero el Li-Fi aún no está listo para dar a la tecnología 5G todo el soporte que necesita para terminar de despegar.
«Para que funcione de manera sensata, debe ocurrir un poco como con el Wi-Fi, tiene que estar en todos lados», dice el profesor William Webb, consultor independiente y autor de «El mito del 5G».
«Debe estar disponible e integrado en muchos dispositivos«.
Para la demostración de O2, se conectó una especie de receptor a una tableta que recibía la señal de Li-Fi. Pero para que ésta sea una posibilidad real para el usuario, estos receptores de señales tendrían que estar en todos los dispositivos. Es un obstáculo importante.
Pero el inconveniente más obvio es que tu celular no podrá captar la señal 5G si lo llevas en el bolso o el bolsillo.
Webb cree que las redes de Wi-Fi pueden perfectamente atender la demanda de datos, aunque a veces se produzcan caídas en la conexión.
«No es realmente un problema acuciante», opina.
Sylvain Fabre, analista de mercado de la firma Gartnet, se muestra bastante escéptico. Él y sus compañeros han seguido muy de cerca la evolución de los productos Li-Fi y creen que aún les falta mucho camino por recorrer.
«No hay mucha gente que los venda y hay pocas instalaciones donde esté habilitado este sistema», asegura. «Será difícil que se adopte de forma mayoritaria y sin eso los precios seguirán siendo muy altos».
Pero eso no impide que O2 y otras empresas de telecomunicaciones exploren las posibilidades que hay. Y alguna dará con la solución perfecta para el 5G.
Vía BBC