El presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció este lunes que el reciente fallecimiento de un estudiante de la Escuela Normal Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa fue fruto de un «abuso de autoridad» por parte del agente de la Policía del estado de Guerrero que efectuó los disparos.
Durante su conferencia mañanera, López Obrador aseveró que el joven fallecido «no disparó» en ningún momento, tal y como habían detallado los agentes involucrados en el incidente. «No vamos a permitir la impunidad, se va a castigar a los responsables», manifestó el mandatario.
«Ya está el expediente en manos de la Fiscalía General. Y no vamos a permitir ninguna injerencia ni tentación de querer defender a los responsables», dijo el presidente que aprovechó la ocasión para trasladar su pésame y reconocer que el suceso le «dolió muchísimo».
El pasado jueves se confirmó el fallecimiento de Yanqui Khotan Gómez, un estudiante que murió tras recibir disparos de agentes de seguridad. La Policía argumentó entonces que Gómez, junto a otra persona que resultó herida, habían robado un coche y habían disparado a los agentes.
El incidente se produjo días después de que un centenar de alumnos del mismo centro derribara una de las puertas del Palacio Nacional durante la rueda de prensa matutina del presidente López Obrador para exigir una audiencia informativa en relación con la investigación de los 43 estudiantes de magisterio desaparecidos en 2014.
Los 43 estudiantes de la escuela rural para formación de maestros de Ayotzinapa desaparecieron el 26 de septiembre de 2014 tras ser perseguidos a tiros y detenidos por policías, que los entregaron al grupo Guerrero Unidos por causas no esclarecidas. Durante años, el gobierno de Enrique Peña Nieto defendió que fueron asesinados por esta banda criminal al ser confundidos con otra rival.
(Con información de El Economista)