Aunque Chiapas se mantendrá en semáforo verde hasta el próximo 3 de enero de 2021 (según lo marcado por el semáforo epidemiológico), será después de febrero, si es que las condiciones sanitarias por el Covid-19 lo permiten, cuando comiencen los análisis para hablar de la posibilidad de regresar a las actividades académicas de forma semipresencial, remarcó Rosa Aidé Domínguez Ochoa, titular de la Secretaría de Educación.
Con base en lo señalado por la funcionaria, por el momento no hay un mes exacto en el que esté definido el regreso a clases de forma habitual, sin embargo, cuando este proceso ocurra no se pedirá ninguna firma responsiva a los padres de familia.
No obstante, enfatizó que son las zonas más marginadas del estado las que demandan la presencia del docente, debido a que en esos espacios no se tuvieron tantas posibilidades para llevar las clases de forma virtual o con otro método.
Aunque la funcionaria estimó que con las estrategias que implementaron para apoyar a los alumnos (que se plantearon de lo más a menos accesible) el impacto del rezago educativo no sea mayor, se reservó el diagnóstico preliminar sobre la deserción escolar, sobre todo, en aquellas comunidades donde no hay posibilidad alguna de llevar tecnología.
“Naturalmente que hay una brecha terrible en nuestro estado y en todo México, le ocurrió a todo el mundo a razón de la pandemia; la mayor accesibilidad a la mayor cantidad de opciones fue para unos cuántos”, reconoció Domínguez Ochoa.
De hecho, aceptó que en las ciudades más importantes del estado (Tuxtla Gutiérrez, San Cristóbal, Tapachula, Comitán y otros núcleos) se tuvo mayor posibilidad de conectividad y, por lo tanto, de poner en marcha la estrategia Aprende en Casa.
Bajo dicha premisa, la secretaria de Educación supone que el impacto en el rezago educativo en estos sitios no será tan grande; caso contrario, una gran población tiene cero posibilidades de conectividad en los lugares más remotos y ahí lo más práctico fue enviar a esas zonas los cuadernillos escolares.
Domínguez Ochoa agradeció a los padres de familia que tuvieron la posibilidad, el tiempo y las herramientas para auxiliar a sus hijos (en educación básica) sobre todas las actividades que se implementaron con los programas educativos emergentes, sin embargo, recordó que otro sector de madres y papás no saben leer ni escribir, es ahí donde existe la mayor preocupación sobre el abandono escolar.
“Es un compromiso de todos, sociedad y gobierno, para que no ocurra esa desastrosa decisión que sería desertar de un proyecto de vida” y que se sumen a las cifras negativas sobre la parte educativa.
La secretaria de Educación calificó de información errónea aquellos datos que se han hecho públicos sobre la desaparición de 100 planteles de Telebachillerato Comunitario, no obstante, aceptó que sólo van a permanecer activos los que cumplan con todos los lineamientos.
La parte oficial revisará la infraestructura y la capacidad instalada de estos 230 centros educativos en Chiapas. En su defensa, la funcionaria argumentó que cerrar planteles iría en contra de la política estatal y federal, pero sí habrá un análisis sobre la distancia en la que se encuentran instalados, el número de alumnos atendidos y la vulnerabilidad de la zona.
La parte económica de estos sitios funciona con el 50 % de la Federación e igual número debe aportar el estado, en este año debió ser 73 millones de pesos para ambas autoridades, sin embargo, los problemas económicos en el sector persisten.
Finalmente, se informó que el próximo 23 y 29 de noviembre se pagará a los docentes interinos de este nivel educativo lo correspondiente al mes de diciembre y también los aguinaldos, y existe la posibilidad de que antes de concluir este 2020, también se pueda erogar otro recurso extraordinario para cubrir parte del rezago en la deuda magisterial.
