La ansiedad es un mecanismo de defensa de nuestro organismo que nos anticipa de posibles circunstancias que consideramos amenazantes. El problema viene dado por la obstaculización de nuestros proyectos, tareas o deseos, o bien, por la degradación de un estatus o logros ya conseguidos. Nuestro cerebro inicia un proceso en que nos prevé de múltiples situaciones que podrían o no ser perjudiciales.
Esta respuesta es generalmente normal y adaptativa, además nos ayuda a mantenernos alerta. Sin embargo, cuando la respuesta de ansiedad se da de forma desproporcionada, puede representar un problema para la salud.
¿Cómo identificar un problema de ansiedad?
Los signos y síntomas de ansiedad más comunes son:
- Palpitaciones
- Sensación de ahogo
- Sudoración
- Temblores
- Opresión en el pecho
- Nervios en el estómago
- Náuseas
- Vómitos
- Mareos
- Comer en exceso
- Tensión muscular
- Cansancio
- Hormigueo
- Miedo a volverse loco
- Miedo a morir
Entonces, ¿Cómo controlamos estas respuestas?
- Ejercicios de respiración
Aparta un momento en el día en un lugar tranquilo, donde nadie te moleste y realiza los siguientes pasos:
- Acomódate lo más que puedas, sea sentado o acostado.
- Una vez estés cómodo, cierra los ojos y centra toda tu atención en la respiración.
- Inhala lentamente hasta llenar pulmones, estómago y pecho, contén la respiración por unos segundos y exhala lentamente todo el aire que puedas, repite este proceso hasta que te sientas mejor.
Este ejercicio te ayudará a relajarte y mantener el control de tu respiración de forma contante, ayudando a controlar la ansiedad que pueda aparecer de repente.
- Meditar
La meditación es una práctica milenaria de introspección y conocimiento del ser. Para llevar a cabo su técnica, sigue los siguientes pasos:
- Ponte en una posición cómoda en un lugar tranquilo.
- Con los ojos cerrados, practica el ejercicio de la respiración anterior.
- Acepta los pensamientos que surgen y continua adelante con ellos.
- Aumenta el tiempo de meditación progresivamente.
Crear el hábito de la meditación disminuye los niveles de estrés, mejora nuestra capacidad de atención y potencia el pensamiento positivo, ayudándonos a controlar la ansiedad.
- Ejercicio o entrenamiento
El ejercicio ayuda a nuestro cuerpo a liberar endorfinas, la cual ayuda a nuestro organismo a controlar el estrés y la ansiedad además de mejorar nuestra condición física y nuestra salud cardiovascular.
- Lo único que necesitas es establecer una rutina y disciplinarte con ella.
- Aprende a manejar tus preocupaciones.
La actividad física siempre será muy útil para hacernos sentir mejor, sin embargo, es necesario que aprendamos a liderar con situaciones que en ocasiones nos superan y no dejar que controlen nuestras vidas.
Ten en cuenta que la mayoría de los problemas que se nos presentan en la vida, no siempre son tan graves como parecen y en ocasiones ni siquiera son reales.
Tu mente tiene la capacidad de desproporcionar situaciones y hacerlas ver mucho más difíciles de lo que son realmente, pero también tiene la capacidad de volver los problemas minúsculos detalles.
Si aun así, no puedes disminuir tus preocupaciones, hablar con alguien puede ser la clave o la solución a tus problemas.
Finalmente, aunque parezca difícil, irás tomando el control de tus emociones y podrás manejar todas las situaciones de tu vida con la sabiduría y la importancia que se merecen.